El FMI ofrece financiamiento en virtud de una serie de
políticas establecidas que reciben el nombre de servicios” y que han ido
evolucionando con los años al objeto de satisfacer las necesidades de los
países miembros. Los plazos, condiciones de reembolso y estipulaciones del
préstamo en los diferentes servicios varían en función del tipo de problema de
balanza de pagos y de las circunstancias que se quieren superar.
El grueso del financiamiento del FMI se facilita al
amparo de tres tipos diferentes de política de crédito:
Los acuerdos de derecho de giro forman el núcleo de la
política de crédito del FMI. Utilizados por primera vez en 1952, su objeto es
solucionar principalmente un problema de balanza de pagos a corto plazo.
Los acuerdos ampliados, a mediano plazo, conforme al
servicio ampliado del FMI, se orientan a los países cuyos problemas de balanza
de pagos guardan relación con aspectos estructurales que pueden llevar más
tiempo para corregir que las deficiencias macroeconómicas.
Las medidas de carácter estructural vinculadas a los
acuerdos ampliados incluyen las medidas de reforma cuyo objeto sea mejorar el
funcionamiento de las economías, como reforma del sector tributario y
financiero, privatización de empresas públicas y medidas para dar más
flexibilidad a los mercados laborales.
Desde finales de los años setenta, el FMI ha estado
facilitando financiamiento concesionario para ayudar a los países miembros más
pobres a alcanzar la viabilidad de los pagos, el crecimiento económico sostenido
y la mejora de los niveles de vida. El servicio concesionario actualmente en
vigor, llamado servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza
(SCLP), reemplazó al servicio reforzado de ajuste estructural (SRAE) en
noviembre de 1999 con el propósito de fijar la lucha contra la pobreza y el
crecimiento económico como objetivos centrales de los programas de política en
los países interesados.
A finales de los años noventa, el FMI creó nuevos
servicios con el fin de ayudar a los países a superar situaciones en los
mercados de pérdida súbita de confianza y de evitar “contagios”, es decir, que
las crisis financieras se extendieran a países cuya política económica era la
apropiada.
El FMI también facilita financiamiento para ayudar a
los países que tienen problemas de balanza de pagos ajenos a su control,
causados por catástrofes naturales, situaciones de posguerra e insuficiencias
temporales de los ingresos de exportación (o incrementos temporales del costo
de la importación de cereales).
De la misma manera que se han creado servicios para
hacer frente a nuevos desafíos, los servicios que, con el correr del tiempo,
han pasado a ser innecesarios han sido clausurados.
Así, a comienzos del 2000, el Directorio Ejecutivo
inició una revisión de los servicios.
Como resultado de esa revisión se eliminaron cuatro
servicios que habían quedado obsoletos. Tras el estudio realizado en el
Directorio Ejecutivo para modificar otros servicios de carácter no
concesionario, se han tomado las siguientes decisiones:
·
Adaptar las condiciones de los acuerdos de derecho de
giro y de los préstamos al amparo del servicio ampliado del FMI de manera que
se aliente a los países a no depender de los recursos del FMI durante períodos
excesivamente largos o en cantidades muy grandes.
·
Reafirmar que el recurso al servicio ampliado del FMI
deberá limitarse a los casos en que claramente haga falta el financiamiento a
más largo plazos.
·
Mejorar el seguimiento de los programas respaldados
por el FMI tras la conclusión de los mismos, sobre todo en los casos en que el
crédito pendiente de reembolso sobrepase un cierto límite.
En la actualidad, los prestatarios del FMI son todos
países en desarrollo, países en transición desde economías centralizadas a
sistemas basados en el mercado o países con economías de mercado emergentes que
se recuperan tras una crisis financiera. Muchos de estos países disfrutan de
acceso limitado a los mercados internacionales de capital, en parte debido a
dificultades económicas propias. Desde finales de los años setenta, todos los
países industriales han podido satisfacer sus necesidades de financiamiento en
los mercados de capital, pero en los primeros 20 años de la existencia del FMI,
más de la mitad del financiamiento concedido por el FMI se dirigió a los países
industriales.
CARTA DE INTENCIÓN
Mecanismo de negociación ampliamente usado por el FMI,
mediante el cual se estipula de común acuerdo con el país Deudor la evolución
de los principales agregados macroeconómicos, con especial referencia al saldo
en la Balanza De Pagos.
En la práctica la carta representa formalmente los
términos del acuerdo alcanzado con el Fondo, pues estipula las metas a cumplir.
Al contar con el Aval del organismo internacional el
país Deudor puede negociar con mayor facilidad con sus acreedores, los que
asignan gran importancia al acuerdo, puesto que el Fondo supervisa y asesora
cercanamente al país prestatario en lo que a Política Económica se refiere. Sin
embargo, esto a veces va acompañado de fuertes exigencias en términos de
Política Monetaria que por lo general provocan alto Desempleo.
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