LOS DOCE APÓSTOLES
CARLOS MALPICA SILVA
SANTISTEBAN
En los años 60 se publicó por primera vez un libro que lograría el mayor
número de reediciones en el Perú, más que los “Siete Ensayos…” o que “La Ciudad
y los Perros”.
El autor, el ingeniero Carlos Malpica Silva Santisteban, y el título del
libro, “Los Dueños del Perú”. Una obra concisa, cargada de información, en la
que se podía descubrir quién era quién en el mundo del dinero del país que se
asomaba a la modernidad, llevando todavía a cuestas una pesada carga de pasado
oligárquico y de elementos de feudalidad.
Las famosas familias dueñas de haciendas, conectadas con los bancos y
las aseguradoras, propietarias de terrenos urbanos y de las contadas industrias
estaban mencionadas una a una con nombres y apellidos.
Entonces sonaban los Prado, Aspíllaga, Rizo Patrón, de la Piedra y
otros.
El general Velasco y los militares reformistas del 68 al 75, deben haber
tenido muy en cuenta estos datos en varias de sus más importantes decisiones.
Por ejemplo en la reforma agraria, las nacionalizaciones de empresas
petroleras, mineras, bancos y prestadoras de servicios (telefonía, electricidad
y otras).
El hecho es que alrededor de la mitad de los 80, una década después de
cerrada la revolución militar, elmismo Malpica empezó a usar otra expresión que
se haría igualmente famosa: los doce apóstoles alrededor de Alan García.
A ellos les dedicó otro libro, mejor dicho tres tomos de una monumental
obra, publicada con el nombre de “El Poder Económico en el Perú”.
Ya no era la reedición del trabajo primigenio, sino una nueva
investigación que buscaba resolver cómo podían haber cambiado los grupos de
poder en el Perú posterior a las dos fases del gobierno militar, el inicio de
la apertura económica con Morales Bermúdez y el segundo Belaúndismo, y en plena
“heterodoxia” de Alan García (1985-1986).
Los “doce apóstoles” eran los grupos que se habían beneficiado de
políticas nacionalistas (orientadas a favorecer intereses de peruanos sobre los
extranjeros, como fue la intervención del Estado en el Banco de Crédito, a
favor de los Romero y en perjuicio de los inversionistas italianos), de la
asociación con el Estado y de las protecciones y subsidios.
Tenían su eje en su relación con los bancos, industrias, construcción y
gran prensa. Entre sus componentes se contaban: el grupo Romero, Raffo,
Nicolini, Bentín, Piaggio, Picasso, Wiese, Ferreyros, Benavides de la Quintana,
Brescia, Piazza y Delgado Parker.
Fueron los engreídos de García durante sus dos primeros años, hasta que
se rompió el romance con el asunto de la fallida estatización de la banca. Los
apóstoles, en mancha, se embarcaron en el FREDEMO de Vargas Llosa, para
concluir finalmente enrolándose en el fujimorismo a partir del año 90.
Pero la nueva ola de reformas o contrarreformas alteró nuevamente el
escenario demanera decisiva. Malpica falleció en 1993. Y es seguro que en sus
días finales estaba entreviendo que su mayor obra se desactualizaba nuevamente.
Francisco Durand ha explicado que de los 12 apóstoles principales quedan
solamente tres: Romero, Brescia y Benavides. Pero lo más importante es que las
empresas más grandes y fuertes han vuelto a ser extranjera, subordinando de
diversas formas al capital nacional, mientras el Estado ha sido casi eliminado
como actor empresarial-económico.
LOS DOCE APÓSTOLES
1. Benavides
(Buenaventura) (asociado a EMN)
2. Bentin (Backus) comprado
por Bavaria
3. Brescia (Minsur,
Rímac) (asociado a EMN)
4. Delgado Parker
(Panamericana) (muy debilitado)
5. Ferreyros (E. Ferreyros)
6. Nicolini (Nicolini
Hnos.) absorbido por Romero
7. LanataPiaggio
(Pilsen) absorbido por Bentín
8. Olaechea (Tacama,
Bco de Lima) vende banco
9. Picasso Salinas
(Vista Alegre) quiebra parcial
10. Raffo (San
Cristobal)
11. Romero (BCP,
Alicorp)
12. Wiese (AF. Wiese,
BcoWiese) quiebra banco
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