
Christine Lagarde, directora gerente del Fondo
Monetario Internacional (FMI), la que lanza la advertencia: una falta de
acuerdo sobre el incremento del techo la deuda sería todavía peor que el cierre
parcial de la administración estadounidense.
“Es crítico que esto se resuelva lo antes posible”,
dijo Lagarde durante una conferencia en la Universidad George Washington.
La administración de Estados Unidos cumple hoy su
cuarto día de parálisis parcial después de que el Congreso no alcanzó un acuerdo
sobre un nuevo presupuesto, lo que ha provocado el cese de operaciones de
numerosos servicios públicos y la suspensión de empleo de miles de
funcionarios.
Pero la fecha límite es el próximo 17 de octubre,
día en que alcanzará el techo de deuda federal, de 16.7 billones de dólares, lo
que amenaza con situar al país al borde de la suspensión de pagos.
Sobre la posible normalización de la política
monetaria en Estados Unidos, donde la Fed ya anunció que podría iniciar la
progresiva retirada de su multimillonario programa de estímulo monetario antes
de finales de año si las condiciones económicas lo aconsejan, la directora
gerente dijo que “mucha gente considera que la política monetaria de Estados
Unidos ha alcanzado un punto de inflexión, donde la salida de las medidas de
estímulo no convencionales comenzará en breve. Este giro debe ser gestionado
muy cuidadosamente”.
En su charla ante un grupo de estudiantes, Lagarde
moderó su pesimismo al destacar que en las economías avanzadas comienzan a
verse “signos de esperanza y estabilidad financiera, no obstante, precisó que
la recuperación se está produciendo a “múltiples” velocidades, y
que cada caso necesita unas medidas particulares.
Lagarde señaló que la política
monetaria de estímulo y la labor de los banqueros centrales "ha rescatado
la economía global, y la ha puesto de nuevo en la senda de la
recuperación".
Se refirió en concreto a
la posible normalización de la política monetaria en EU, donde la Reserva
Federal (Fed) ya anunció que podría iniciar la progresiva retirada de su
multimillonario programa de estímulo monetario antes de finales de año si las
condiciones económicas lo aconsejan.
"Mucha gente
considera que la política monetaria de EU ha alcanzado un punto de inflexión,
donde la salida de las medidas de estímulo no convencionales comenzará en
breve. Este giro debe ser gestionado muy cuidadosamente", matizó.
Lagarde indicó que EU
tiene una "responsabilidad especial" debido a su rol como primera
economía mundial "con efectos sobre los mercados y las gentes de todo el
mundo".
En el caso de la eurozona
y Japón, sin embargo, la aún frágil situación aconseja mantener en vigor las
medidas de estímulo monetario, agregó.
Por otro lado, la
directora gerente del Fondo hizo hincapié en la ralentización de las economías
emergentes, que habían sido motores de crecimiento durante los últimos años, y
"cuyo impulso se ha frenado en los últimos dos años".
"Esto refleja el
giro en el ciclo económico, pero también los profundamente enraizados
impedimentos estructurales", dijo Lagarde.
Asimismo, afirmó que los
emergentes están encarando ahora "un contexto externo más desafiante"
con los "mercados nerviosos ante el percibido fin del dinero fácil".
Por ello, recomendó dejar
que las divisas de estas economías se "deprecien" para
"sobrellevar la turbulencia lo más suavemente posible", aunque
reconoció que países "con presiones inflacionarias como Brasil, India,
Indonesia o Rusia tienen ahora menos margen de maniobra".
Otro elemento fundamental
para la revitalización de las economías emergentes, sostuvo Lagarde, es
"el derribo de las barreras estructurales al crecimiento a largo plazo a
través de las inversiones en infraestructura en lugares como Brasil e
India" y la "apertura de sus regímenes comerciales".
El próximo 8 de octubre,
el Fondo divulgará su informe de "Perspectivas Económicas Globales",
en el que dará a conocer sus nuevos pronósticos de crecimiento mundial.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario